En junio de 1919, en Europa, se firma el Tratado de Paz de Versalles, que da por terminada la 1º Guerra Mundial y, por el cual, Alemania, país derrotado, tenía prohibido la fabricación de material bélico que incluía, por ejemplo, la fabricación de motores para aviones.

La BMW, para ese entonces, era una compañía dedicada a la fabricación de motores para aviones que no cumplía, aún, dos años de vida cuando dicho Tratado de Paz limitó su producción de motores de seis cilindros, pudiendo solo, para 1920 producir motores de 500cc con un desarrollo de 6.5 HP.

En tanto, un motor llamado “Boxer”, de la BMW, de cilindros opuestos horizontales, era utilizado por la fábrica de motos Victoria, en Nuremberg en 1921 y la Bayerische Flugzeug Werke, quien instalaba los motores BMW y su transmisión en el modelo Helios.

El Director General de la empresa, Franz-Josef Popp y sus ingenieros decidieron que la mejor forma de mantener y salvaguardar la reputación de BMW como fabricante de motores era  producir sus propias motocicletas.